La fibromialgia, además de dolor produce fatiga, rigidez articular, trastornos del sueño, problemas digestivos, cefaleas, disnea y la lista continúa…
Hasta el momento la fibromialgia constituye una incógnita en cuanto a su desarrollo y origen. Además de la medicación indicada, los pacientes deben llevar a cabo una rutina de ejercicios específicos para cada caso. Pilates es un método de entrenamiento físico integral cuyo objetivo es lograr un control corporal preciso: conseguir equilibrio muscular (reforzando los músculos débiles y estirando los músculos acortados) y aumentar el control, la fuerza y la flexibilidad del cuerpo, respetando cada articulación. Al no incluir en sus rutinas técnicas de alto impacto ni ejercicios con cargas o excesivo peso, se convierte en la práctica más adecuada como forma de rehabilitación o apoyo terapéutico para personas que padecen fibromialgia. El trabajo es realizado por medio de un sistema de poleas y resortes (REFORMER) que se adaptan a las necesidades específicas de cada individuo.
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La utilización de elementos y distintos tipos de apoyo proporcionan durante los ejercicios una disminución del esfuerzo físico, esto genera un óptimo trabajo muscular sin provocar fatiga, característica destacable en las personas que padecen fibromialgia, y que muchas veces resulta un impedimento para mantener la constancia en un plan de ejercicios. El método Pilates también utiliza un tipo de respiración consciente que favorece la relajación, permitiendo que el cuerpo termine el entrenamiento sin tensiones y con un bienestar que se mantenga con el correr de las horas. |
Mitigar el dolor con el método Pilates
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